El número de pequeños agricultores en los países en desarrollo se acerca a los 500 millones
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Trabajador agrícola en Burkina Faso.
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Naciones Unidas / ciberpasquinero
La lucha contra el hambre requiere de una transformación expedita de los sistemas agrícolas y alimentarios, especialmente en cuanto a adaptación contra el cambio climático, apuntó la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).
Según la FAO, para esa adaptación es fundamental el apoyo inmediato a los pequeños productores.
En su informe del Estado Mundial de la Agricultura y la Alimentación 2016, la FAO señaló que el número de pequeños agricultores en los países en desarrollo se acerca a los 500 millones y reportó que esas personas se encuentran en condiciones agroecológicas y socioeconómicas muy diversas.
Agregó que el apoyo que se dé a ese colectivo se debe adaptar a esas realidades.
La FAO sostuvo que la inmovilidad ante las emisiones de gases de efecto invernadero puede aumentar en millones el número de personas en situación de hambre, sobre todo en las zonas más vulnerables de África subsahariana, Asia meridional y el sudeste asiático.
El director del Departamento de Economía del Desarrollo Agrícola de la FAO, Robert Vos, advirtió sobre lo que puede ocurrir si no se toman medidas para combatir el impacto del cambio climático.
“Estimamos que si no contrarrestamos el cambio climático, los niveles de productividad de ciertos cultivos como el maíz y el trigo podrían reducirse un 10% o 15 % de aquí hasta el 2050. También estimamos que si no se contrarrestan los impactos del cambio climático unos 50 millones de personas más podrían sufrir hambre o desnutrición hasta el año 2050”, señaló Vos.
En su informe del Estado Mundial de la Agricultura y la Alimentación 2016, la FAO señaló que el número de pequeños agricultores en los países en desarrollo se acerca a los 500 millones y reportó que esas personas se encuentran en condiciones agroecológicas y socioeconómicas muy diversas.
Agregó que el apoyo que se dé a ese colectivo se debe adaptar a esas realidades.
La FAO sostuvo que la inmovilidad ante las emisiones de gases de efecto invernadero puede aumentar en millones el número de personas en situación de hambre, sobre todo en las zonas más vulnerables de África subsahariana, Asia meridional y el sudeste asiático.
El director del Departamento de Economía del Desarrollo Agrícola de la FAO, Robert Vos, advirtió sobre lo que puede ocurrir si no se toman medidas para combatir el impacto del cambio climático.
“Estimamos que si no contrarrestamos el cambio climático, los niveles de productividad de ciertos cultivos como el maíz y el trigo podrían reducirse un 10% o 15 % de aquí hasta el 2050. También estimamos que si no se contrarrestan los impactos del cambio climático unos 50 millones de personas más podrían sufrir hambre o desnutrición hasta el año 2050”, señaló Vos.
Números
Los datos de la FAO indican que la agricultura -incluyendo la silvicultura, la pesca y la ganadería-, produce alrededor de una quinta parte de las emisiones de gases de efecto invernadero del mundo
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