El calor y la humedad típicos de verano son el caldo de cultivo perfecto para diversas dolencias. Disfrutando de las altas temperaturas y ajenos a sus males, varios expertos de distintas áreas de la medicina cuentan a SINC los peligros de la época estival.
Infecciones, alergias, intoxicaciones y quemaduras son las molestias más frecuentes que pueden llegar a arruinar las vacaciones. / Mark Uttecht Verónica Fuentes |
De hecho, algunas de las mayores complicaciones sanitarias relacionadas con esta estación son las conocidas como enfermedades del viajero. Entre ellas, una de las más paradigmáticas es la malaria o paludismo, producida por parásitos del género Plasmodium, muy común en las personas que visitan el África Subsahariana.
Algunas de las mayores complicaciones sanitarias relacionadas con esta estación son las conocidas como enfermedades del viajero
“La malaria nos preocupa especialmente por su 2-3% de mortalidad en España. Por ello, es importante que el paciente venga en cuanto tenga fiebre para que le diagnosticamos y tratamos a tiempo”, explica a SINC José Muñoz, investigador en la Unidad de Salud Internacional del Hospital Clínic de Barcelona.De hecho, el tratamiento para la malaria es muy eficaz en aquellos pacientes que van al médico cuando detectan la fiebre en los dos primeros días. Sin embargo, en los pacientes que llevan de 5 a 7 días el pronóstico se complica a corto plazo porque el parásito se ha desarrollado mucho en la sangre y resulta más difícil frenar la enfermedad.
No obstante, el experto se muestra optimista y deja claro que, con la profilaxis adecuada, el riesgo de contraer malaria es mínimo: “Hace muchos años que no vemos el caso de un paciente que haya contraído la malaria tomando bien la quimioprofilaxis antipalúdica”.
Pero si el destino es Asia y América Latina, los turistas deben también tener cuidado con el dengue, una enfermedad infecciosa causada por el virus del género Flavivirus y transmitida por mosquitos, principalmente por el Aedes aegypti.
“Aunque las complicaciones son mucho menores que en el caso de la malaria y en general se resuelve bien, se trata de una dolencia desagradable con molestias articulares –de hecho se conoce como fiebre quebrantahuesos por el dolor que ocasiona– y lesiones en la piel”, afirma Muñoz.
Además, otras enfermedades a tener en cuenta al viajar son las infecciones respiratorias o de orina, picaduras de algún insecto, diarrea del viajero, esquistosomiasis aguda –que se adquiere cuando la gente se baña en lagos y que cursa con fiebre muy elevada– y las causadas por la bacteria rickettsia, transmitidas por las garrapatas a las personas que disfrutan de la naturaleza del África Subsahariana.
Ahora bien, lejos de asustar, los especialistas barajan un dato tranquilizador: entre un 40 y un 50% de los viajeros tendrá algún problema de salud, pero la mayoría serán leves. “Lo más probable es que no les pase nada”, apunta Muñoz. “Lo importante no es evitar todos los riesgos, sino tener información sobre esas patologías y sobre qué se debe hacer para evitar que se puedan complicar”.
SINC