viernes, 9 de noviembre de 2012

Amores que curan

  1. Mirar fijamente a los ojos de tu amante o abrazarle no sólo resulta romántico. También puede ser un antídoto contra problemas como la ansiedad, la fobia social o la esquizofrenia.
    La oxitocina, más conocida como la "hormon
    a del amor", es una sustancia cerebral con un papel decisivo en el enamoramiento, el orgasmo o el amor por los hijos.
    En los humanos se libera con un abrazo, una simple caricia, un beso o mirando a los ojos de un ser querido.
    También forma parte del ciclo de respuesta sexual y aumenta con el consumo de dulces y chocolate.
    Aunque lo realmente importante, según el psiquiatra de la Universidad de California Kai MacDonald, es que actúa sobre la amígdala, el centro emocional del cerebro que controla respuestas como el pánico o la ira.
    "Estudios previos muestran que administrando oxitocina por vía nasal a individuos sanos se reduce la activación de circuitos cerebrales vinculados al miedo, aumenta el contacto visual con otras personas y se incrementa la confianza y la generosidad", explica el investigador.
    Por eso, MacDonald sugiere que esta hormona podría ayudar a tratar ciertos trastornos psiquiátricos que afectan al comportamiento social, como la esquizofrenia, el autismo, la ansiedad o la fobia social.

lunes, 5 de noviembre de 2012

Saber cómo mantener el peso antes de seguir una dieta es lo que mejor funciona


Un estudio halló que esta estrategia favoreció los resultados a largo plazo en las mujeres que buscaban perder peso

Imagen de noticias HealthDay
Las mujeres que aprenden primero a mantener su peso vuelven a ganar menos peso del que perdieron durante un programa de pérdida de peso, según sugiere un nuevo estudio.
El estudio incluyó a 267 mujeres con sobrepeso u obesas que fueron repartidas en dos grupos. Uno de los grupos pasó ocho semanas aprendiendo a mantener su peso y entonces empezaron un programa de 20 semanas para perder peso que ponía mucho énfasis en un mayor consumo de verdura y fruta, el aumento de la actividad física y el uso de estrategias de dieta probadas, como por ejemplo mantener un registro de la comida diaria.
Las mujeres del grupo de control hicieron lo contrario, primero empezaron el programa para perder peso, y luego aprendieron a mantenerlo.
Inicialmente, ambos grupos perdieron una cantidad de peso parecida, un promedio de alrededor de 7.7 kilos o 17 libras (un 9 por ciento) de su peso inicial. Luego, las mujeres siguieron por su cuenta durante un año. Después de ese periodo, los investigadores vieron cuál era el peso de las mujeres.
Las mujeres que integraron el grupo en que primero aprendieron sobre el mantenimiento volvieron a ganar un promedio de 1.3 kilos (tres libras) y las del grupo de control ganaron 3.1 kilos (7 libras), según los investigadores de la Facultad de Medicina de la Universidad de Stanford.
También vieron que el 33 por ciento de las mujeres del primer grupo de mantenimiento y el 18 por ciento de las del grupo de control desarrollaron un "patrón favorable", es decir, perder al menos un 5 por ciento de su peso corporal sin volver a ganar más de 2.2 kilos (cinco libras) durante el año de seguimiento.
Los hallazgos, publicados en línea en la revista Journal of Consulting and Clinical Psychology, sugieren que aprender a mantener el peso primero puede ayudar a reducir las posibilidades de llevar una dieta yo-yo, opinaron los investigadores.
"Esas ocho semanas sirvieron de práctica. Las mujeres podrían intentar poner en práctica diferentes habilidades y solucionar los problemas sin sentirse presionadas por el peso que habían perdido", afirmó en un comunicado de prensa de la universidad la autora del estudio Michaela Kiernan, científica investigadora principal del Centro de Investigación sobre la Prevención de la Stanford.
"Vimos que esperar ocho semanas no hacía que las mujeres tuvieran menos éxito para perder peso. Y mejor todavía, las mujeres que aprendían a estabilizarse primero, lograban un mayor éxito para mantener su peso después de un año", aseguró.

Artículo por HealthDay, traducido por HispanicareFUENTE: Stanford University,





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