jueves, 21 de febrero de 2013

Los niveles adecuados de vitamina D previenen algunos tipos de cáncer, como el de colon, mama y próstata


Ángel Gil, presidente de la Sociedad Española de Nutrición y también preside el vigésimo Congreso Internacional de Nutrición 2013.

La vitamina D es más importante para el organismo de lo que se creía. Sus funciones van más allá de su contribución al desarrollo y mantenimiento del sistema musculoesquelético, puesto que tener niveles adecuados es fundamental para no desarrollar enfermedades graves, como cáncer de mama, colon y próstata, diabetes, enfermedades cardiovasculares y autoinmunes, como la artritis reumatoide, o para combatir las infecciones. Dos son las fuentes fundamentales de obtención de esta vitamina: la exposición solar y el consumo de los alimentos, como algunos pescados (el salmón y la sardina) y los lácteos. Sin embargo, en los últimos años, el exceso de precaución frente al sol con el uso de cremas solares ha conducido a que incluso los residentes en países tan soleados como España tengan un déficit de esta sustancia. De hecho, se estima que en todo el mundo hay mil millones de personas con una concentración baja del metabolito de vitamina D, apunta en esta entrevista Ángel Gil, catedrático de Biología y Bioquímica Molecular de la Universidad de Granada y presidente de la Sociedad Española de Nutrición, con motivo del Workshop "Una actualización de los conocimientos actuales de la vitamina D", organizado por la Fundación Iberoamericana de Nutrición (FINUT) y celebrado en Santiago de Compostela. Gil preside también el vigésimo Congreso Internacional de Nutrición 2013 que dispone la Unión Internacional de Ciencia Nutricional (IUNS) en Granada.

La vitamina D se ha asociado al mantenimiento de la salud de los huesos, pero se ha descubierto que también tiene otras funciones. ¿Es así?

En realidad, la vitamina D más que una vitamina, es una hormona y como tal funciona: el organismo puede sintetizar una parte a partir del colesterol, sobre todo en el hígado, y luego, en su fase final, en el riñón; y cuando es un compuesto activo actúa casi sobre todas las células del organismo. Tenemos la capacidad de sintetizarla mediante la dieta y la exposición solar. Tiene una función fundamental en el desarrollo del sistema óseo y del tejido conectivo (tendones, sistemas intercelulares, etc.), pero no solo del propio individuo. Ahora se sabe que, al actuar en todas las células, también modula la expresión de muchos genes. Además, tiene una función hasta hace poco desconocida y de una importancia notable: es clave en el mantenimiento del sistema inmune.

¿Actúa de defensa?

"Más de mil millones de personas en el mundo tienen una concentración baja del metabolito activo de la vitamina D"

Ahora se conoce que ante procesos infecciosos es conveniente tener niveles de vitamina D elevados, y que contribuye y mejora los procesos de cicatrización de las heridas. Algunas enfermedades de carácter autoinmune dependen de tener los niveles correctos de vitamina D, que mejoran por acción del sistema inmunitario; también influye en las afecciones de la piel, como los eccemas, y las enfermedades de tipo alérgico. Cada vez se dispone de más datos que evidencian que niveles apropiados de vitamina D previenen algunos tipos de cáncer, como los de colon, mama y próstata, que son los más prevalentes en la población. Este es un aspecto muy importante.

¿Por qué previene algunos tipos de cáncer?

El cáncer es una proliferación celular no controlada de un determinado tipo de tejidos. La vitamina D tiene una influencia muy significativa en el ciclo celular y mantiene la actividad de determinada forma para preservar la salud, y activa algunos genes, los antiangiogénicos, que permiten el control de la proliferación celular de forma biológicamente estable. Así, su carencia hace que el control del ciclo celular se afecte y condicione un aumento de la producción del cáncer. Las relaciones íntimas de esta sustancia en el cáncer aún se investigan, pero esa es una de las razones.

¿Qué porcentaje de la población española tiene niveles inferiores a los adecuados de vitamina D?

"Las cremas solares con un factor de protección alto evitan el cáncer de piel, pero inhiben la síntesis de vitamina D en la piel"

De hecho, la hipovitaminosis D tiene una alta prevalencia mundial: mil millones de personas poseen una concentración baja del metabolito activo. España cuenta con una alta presencia de sol, pero no en todas partes. En Galicia, más del 25% de los niños y adolescentes tienen niveles insuficientes de esta sustancia y más del 39% de deficiencia. La prevalencia de la hipovitaminosis D es muy superior a la que se podría esperar. Hay una relación, sin duda, con la falta de radiación solar y por la baja ingesta. En la zona de Andalucía, en concreto, en Córdoba, donde se ha investigado a adolescentes, se ha detectado que un 25% tienen niveles insuficientes, y la baja exposición solar es una de las causas de este problema. Mucha población va a la playa y se aplica cremas solares que tienen un factor de protección alto para evitar el cáncer de piel, pero la consecuencia es que inhiben la síntesis de vitamina D en la piel, cuando tomar el sol es fundamental para sintetizarla.



¿Cuál debe ser la exposición al sol para obtener unos niveles adecuados de vitamina D?

La exposición solar necesaria varía según la hora, el día, el tiempo y las características de cada persona.

De forma general, es de 15 a 30 minutos al día y, mucho mejor que tomar el sol de golpe, es la exposición repetida en el tiempo.

En España, teniendo en cuenta la latitud, esos 15 o 30 minutos sería lo deseable.

El problema, como le decía, son las cremas de protección solar.

¿Por qué impiden las cremas de protección solar la síntesis de la vitamina D necesaria?

Porque llevan filtros de rayos ultravioletas y son justo estas radiaciones ultravioletas las que influyen en la síntesis de la vitamina D, que no se produce por la luz, sino por un tipo de luz particular, que es la ultravioleta. Aunque no hay que hacer un uso excesivo del sol y evitar estar mucho tiempo, también se sabe que la exposición al sol es importante para el ser humano.

¿Es cierto que basta con que esta exposición solar se produzca en las manos y la cara?

Lo deseable es que sea en todo el cuerpo, pero esto no siempre es posible y, en estos casos, al menos debe dar el sol en la cara y en las manos y en los brazos durante cierto tiempo. En verano y siempre que sea posible, en lugares como la playa, se debe procurar que la exposición sea de todo el cuerpo, aunque con cuidado de que no se prolongue demasiado.

¿Cómo se puede obtener la vitamina D a través de la dieta? ¿Son saludables los productos enriquecidos?

Algunos alimentos, de forma natural, tienen vitamina D. Así ocurre con la grasa de la leche; sin embargo, cuando se reduce su consumo, para evitar un exceso de energía, disminuye el aporte. Una opción es tomar alimentos lácteos suplementados hasta obtener los mismos niveles que tendría el producto natural. La leche desnatada o semidesnatada suplementada con vitamina D tiene un interés en este sentido; también se pueden consumir mantequillas enriquecidas y pescado en una cantidad importante para conseguir los niveles adecuados, sobre todo, azul, muy rico en esta sustancia. En general, los requerimientos son entre 400 y 600 unidades internacionales (UI) de vitamina D al día, aunque las embarazadas necesitan hasta 500 UI diarias, o los niños prematuros, hasta 1.000 UI al día. Sin embargo, tampoco hay que superar las cantidades recomendadas.

Medir los niveles de vitamina D

Los niveles de vitamina D se miden con un análisis del plasma sanguíneo en el que se busca el metabolito que resulta de su síntesis, el 25 calcifenol. Cuando una persona tiene una concentración de menos de 12 milígramos (mg) por mililitro (ml), se dice que padece una deficiencia severa; cuando está entre 12 y 20 mg/dl, que tiene deficiencia; entre 20 y 30, insuficiencia; y si tiene más de 30, se considera normal, informa Ángel Gil.

Sin embargo, en la práctica clínica habitual no se miden sus niveles sino la funcionalidad del organismo, de forma que el médico deduce, a partir de signos y síntomas, si se padece un déficit. La medición de sus niveles no se hace a través de un análisis de sangre ordinario, sino que hay que solicitar uno adicional y específico. Sin embargo, a menos que los pacientes formen parte de un subgrupo de la población con riesgo de deficiencia de vitamina D, como las mujeres postmenopáusicas, no es una costumbre frecuente.


lunes, 18 de febrero de 2013

Los bilingües son más eficaces en funciones ejecutivas

Tiene evidentes beneficios culturales y sociales, y también algún insignificante coste como, por ejemplo, no manejar a la perfección una de las dos lenguas, pero las personas bilingües desarrollan algo más que varias herramientas de comunicación oral: una efectiva gimnasia para el cerebro que les ayuda en el control ejecutivo, en la toma de decisiones
EPA/DPA/Alexander Ruesche

Las personas bilingües utilizan, para controlar sus dos lenguas, los mismos recursos cerebrales y cognitivos que están implicados en el control atencional.
El control atencional es un grupo de procesos que se encargan de mantener un objetivo en nuestra mente, focalizar nuestro sistema en dicho objetivo y a la vez ignorar información irrelevante que pueda ser conflictiva con ese objetivo.
Cuanto más se practiquen las dos lenguas más se contribuye al desarrollo de actividades de control ejecutivo y de control atencional. No sólo no existe patología alguna asociada al bilingüismo sino que además del beneficio cultural existe alguna ventaja funcional del individuo bilingüe sobre el monolingüe.
“Conducir puede ser un buen ejemplo. El control de dos lenguas implica esos mismos procesos de control ejecutivo. Bajo esta hipótesis, podríamos decir que los bilingües tendrían mayor eficacia que los monolingües en ese control atencional”, afirma Albert Costa, psicólogo y profesor investigador ICREA del Departamento de Tecnologías de la Información y las Comunicaciones de la Universitat Pompeu Fabra.

Cerebro y edad

La resonancia magnética muestra los circuitos cerebrales que se encargan de realizar determinadas tareas.
Los bilingües son más eficaces en funciones ejecutivas
EFE/Alberto Estévez
“Algunos estudios apuntan que podría ser que el hecho de hablar dos lenguas creara diferentes circuitos cerebrales a la hora de solventar problemas de control atencional generales, que no implican al lenguaje. La otra posibilidad es que haya efectos estructurales en el cerebro, es decir que el tipo de densidad de las neuronas sea diferente debido al bilingüismo”, señala Costa.
El lenguaje abarca un gran número de aspectos: sonidos, palabras, sintaxis… Los periodos críticos para el dominio del lenguaje en cada uno de estos aspectos son diferentes.
“Para los sonidos, cuanto antes, antes de los dos años. Es muy importante para tener un buen acento pero para el vocabulario tenemos toda la vida. Pasa con nuestra propia lengua. Para la gramática no está claro”, indica este experto.
¿Qué es más sencillo ser bilingüe español-catalán, español-inglés, catalán-chino? En principio parecería ser más sencillo ser bilingüe español – catalán que español – inglés.
“Una cosa es aprender vocabulario y otra aprender cómo se habla una lengua. Hay palabras muy similares pero a veces esa similitud puede crear más interferencias entre las dos lenguas a nivel de vocabulario. En cuanto a fonología cuanto más parecidas sean las lenguas, mejor, para que suenes como un nativo”, opina Costa.
Las lenguas asiáticas son tonales, es decir, utilizan tonos para diferenciar palabras de la misma manera que nosotros usamos el acento.
“Para nosotros es muy difícil de aprender. El español que quiere aprender chino va a tener más dificultad porque tiene que aprender un repertorio de sonidos distintos con normas muy diferentes. Para ello siempre es mejor aprender una lengua entre los 0 y los 3 años que después”, afirma el psicólogo.
Una regla fundamental para aprender una 2º lengua es aprender a controlar esa lengua.
“Una persona que estudie inglés durante años puede entender un libro o incluso una película pero si tiene que entablar una conversación, las palabras no le vienen a la boca. Es necesario saber focalizar la atención en esa lengua y que no me interfiera la otra lengua”, explica.

Cuatro meses y medio

Los bebés, al poco tiempo de nacer, ya pueden distinguir muchas lenguas. “Por el hecho de ser mamíferos nuestro sistema auditivo nos permite notar que escuchamos lenguas distintas”. Así lo afirma Nuria Cornellá, catedrática en Psicología en la Universidad Pompéu Fabra y miembro del Comité Científico del Consejo Europeo de Investigación (ERC).
“Tanto los bebés monolingües y los bilingües, a los cuatro meses y medio de vida, son capaces de discriminar lenguas tan parecidas como el holandés y el inglés, que se parecen un montón, o el español y el catalán que también tienen mucha similitud”, expone Cornellá.
Es en ese momento de desarrollo del bebé cuando son capaces de realizar esas distinciones pero sin embargo algunos sonidos les pueden llevar a equívoco.
“Con esa edad, cuatro meses y medio, los bebés notan que el catalán y el español suenan distintos pero sin embargo, el español y el italiano les parece lo mismo. La hipótesis es que esta situación se produce por las vocales”.
“El catalán tiene un fenómeno: la reducción vocálica. En una sílaba no acentuada ocurren ciertas vocales y en una sílaba acentuada otras; esto hace que suene de una manera concreta y el español y el italiano no tiene esta característica por lo que la distribución de las vocales se parece más en español e italiano. Eso, creemos que es lo que permite a los bebes notar las diferencias”, dice esta psicóloga.

Gimnasia cerebral: bilingüismo y videojuegos

Si hablamos de jóvenes o adultos, el método social es el mejor para aprender una segunda lengua. Un método que sea percibido como útil.
Los bilingües son más eficaces en funciones ejecutivas
EFE/DISNEY/PIXAR
“Lo mejor, es buscarse una novia o un novio. Una forma de socializarnos. Si hablamos de niños, la mejor manera sería que no hubiera oportunidad de que pudieran ver dibujos animados en castellano y cada vez que hubiera dibujos los vieran en inglés”, asegura Albert Costa.
“Mucha gente cuya primera lengua es el catalán, y hablan todo el día en catalán, cuando van al cine prefieren ver la película en castellano. Afirman que se encuentran mejor así y es porque ven todas las películas de la tele en castellano. Si podemos conseguir eso con el inglés… es un hábito”, dice este experto.

Al igual que el bilingüismo, jugar mucho a los videojuegos, ayuda a desarrollar ciertas capacidades de control atencional.

“Desarrolla una capacidad de atención visual y de capacidad de distribución de tu atención en una escena visual con diferentes focos. La gracia del bilingüismo a este respecto es que es una actividad que utilizamos muy a menudo. Me ayuda también jugar al squash pero lo hago dos veces por semana. El lenguaje lo utilizo constantemente”.

Existen algunos estudios que relacionan el bilingüismo con el retraso de los síntomas de pacientes con alzhéimer.

“Debemos mirarlos con lupa pero la idea es que el continuo entrenamiento que conlleva el bilingüismo ayuda a desarrollar la reserva cognitiva. La actividad ayuda a mantener el sistema cognitivo activo y cuando llega la enfermedad pueden aparecer los síntomas más tarde debido a esta causa”, afirma Costa.

Efesalud

Avanzan las investigaciones sobre la ansiedad


Los estudios dirigidos por el doctor Miguel Pérez de la Mora han contribuido a esclarecer algunos de los mecanismos neurobiológicos de la respuesta ansiogénica

Una mujer acude al médico porque desde hace meses se siente inquieta aparentemente sin causa alguna, está aprehensiva y vigilante del entorno; le cuesta trabajo concentrarse, le agobian la tensión en sus músculos, las palpitaciones, la sudoración y la falta de aliento. El médico le diagnostica trastorno de la ansiedad generalizada (TAG) y le da tratamiento.
En condiciones normales, la ansiedad es una emoción normal y por tanto sana pues nos permite actuar frente a situaciones sorpresivas, nuevas o amenazantes; por ejemplo, es la responsable del cosquilleo estomacal previo a una cita a ciegas o de la taquicardia cuando presenciamos un asalto. Pero la ansiedad es enfermiza si la respuesta ante el estímulo que la provoca es desproporcionada o si aparece sin razón, como ocurre con el TAG.
  ¿Qué ocurrió entonces en la mujer para que se enfermara? A pesar de que alrededor del 14% de la población mundial ha padecido algún tipo de trastorno de la ansiedad, de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, aún se sabe poco acerca de las causas que desencadenan el padecimiento, incluso sobre cómo se genera la ansiedad en condiciones normales. Sin embargo, a través de la experimentación con animales de laboratorio, ya se tienen varias pistas sobre las bases biológicas y químicas de esta emoción innata.
  A este campo ha contribuido un grupo de investigación del Instituto de Fisiología Celular de la UNAM dirigido por el doctor Miguel Pérez de la Mora, quien comenzó a trabajar formalmente en el campo de la ansiedad desde 2003. Sus estudios han contribuido a entender la manera en que la amígdala (una estructura cerebral llamada así por su parecido a una almendra cuando fue descrita) participa en los mecanismos químicos que modulan esta emoción.

La ansiedad, básica y compleja


Pérez de la Mora, miembro de la Academia Mexicana de Ciencias (AMC) explicó que luego de atravesar una serie de estructuras cerebrales, la información relevante del ambiente llega a una parte específica de la amígdala donde, después de un procesamiento local, pasa a una región vecina que implementa la respuesta, es decir, decide si habrá o no respuesta ansiosa.
  Como ocurre en cualquier parte del sistema nervioso, las estructuras que comunican con la amígdala lo hacen mediante neurotransmisores: sustancias que se liberan desde una neurona y llegan a los receptores de la neurona vecina, donde pueden activar o suprimir la actividad de esa célula. El efecto de un neurotransmisor, y por ende de la propagación de la información, depende entonces de los receptores involucrados y del arreglo de los circuitos.
  “Por ejemplo, se sabe que entre la parte de la amígdala que recibe la información relevante del entorno y la que envía la respuesta ansiogénica (la que produce la ansiedad) hay grupos de neuronas inhibitorias, llamadas islas intercaladas paracapsulares, que liberan a un neurotransmisor conocido como GABA y que forman una especie de interfase”, explicó el investigador. El principal efecto de estas células es controlar el paso de los impulsos nerviosos desde la estación de ‘entrada’ y la de ‘salida’ de la amígdala y modular así la respuesta ansiosa.

  Entre los neurotransmisores que actúan sobre la amígdala, también está la dopamina, para la cual hay dos tipos de receptores: algunas neuronas tienen el tipo D1 y otras el D2. 

El grupo de investigación liderado por Pérez de la Mora se ha dedicado a rastrear en qué regiones de la amígdala se encuentran estos receptores y cuál es el resultado de su activación. “Nosotros hemos contribuido en establecer que la dopamina tiene un papel importante en la modulación de la ansiedad dentro de la amígdala”, dijo el también director de la revista Ciencia de la AMC.
  El grupo ha encontrado que los receptores D1 se ubican en las islas intercaladas paracapsulares, mientras que los receptores D2 se concentran en la parte de la amígdala que implementa la respuesta ansiosa. Más aún, los estudios en los que se administran distintas sustancias en el cerebro de ratas de manera controlada y no dolorosa, “nos han llevado a concluir que los mecanismos en los que participa la dopamina son diferentes para modular las respuestas de ansiedad condicionada y no condicionada”, afirmó.
  La ansiedad condicionada se estudia mediante modelos de experimentación en laboratorio en los cuales el animal bajo estudio aprende a reconocer la asociación entre un estímulo inicialmente inofensivo con uno que provoca daño, como un choque eléctrico. Por el contrario, los modelos que estudian la ansiedad no condicionada se enfocan al miedo innato de los animales ante ciertas situaciones, como el miedo a las alturas.
  Así, el grupo dirigido por Pérez de la Mora ha encontrado que si los receptores D1 se bloquean, y por ende se impide actuar a la dopamina, los animales presentan efectos ansiolíticos, es decir, se tranquilizan; y, por el contrario, si se da una sustancia que potencia los efectos de la dopamina, entonces los animales se alteran. Esto sucede tanto para los modelos de ansiedad condicionada como no condicionada.

  En el receptor D2 la situación es ligeramente diferente. Si se trabaja con la ansiedad condicionada, la dopamina también produce ansiedad en estos receptores. Pero si se trata de la ansiedad innata, entonces el efecto de la dopamina sobre los receptores D2 es ansiolítico pues no hay ansiedad.  

Pérez de la Mora puntualizó que los primeros hallazgos en estas investigaciones se basaron en un solo modelo de ansiedad no condicionada, sin embargo, “ahora, esto lo hemos extendido a otros modelos para ver si este fenómeno se da en todos los modelos de ansiedad no condicionada o solamente en algunos”.
  Aún falta mucho por saber sobre la descripción fina de todos estos mecanismos, reconoció el investigador. Cuando podamos entender cómo se organiza y funciona el conjunto de circuitos que genera y modula la ansiedad, entonces se podrá identificar cuándo una parte del conjunto no funciona adecuadamente y genera una respuesta patológica; esto podría facilitar el desarrollo de nuevas estrategias terapéuticas o medicamentos para controlar la ansiedad excesiva, aseguró Pérez de la Mora.

domingo, 17 de febrero de 2013

Cáncer prostático de origen neuronal, inmune a terapias hormonales

Es la propuesta de novedosos estudios en el Centro de Investigaciones Cerebrales de la Universidad Veracruzana
El cáncer de próstata es una patología que se presenta con la vejez, cuando empieza a haber una degeneración del sistema nervioso
 
 
En México, el cáncer de próstata ocupa el segundo lugar de muertes por cáncer entre los hombres. Los tratamientos que existen hasta ahora y que se usan desde hace tiempo son hormonales, pero hay un sector de la  población afectada que no responde a estas sustancias y una de las hipótesis es que pueden presentar un cáncer prostático de origen neuronal.
  María Elena Hernández Aguilar, del Centro de Investigaciones Cerebrales de la Universidad Veracruzana, dice que a partir de investigaciones recientes en neuroncología -disciplina que estudia el cáncer producido por alteraciones del sistema nervioso en cualquier parte del cuerpo- se aborda el cáncer de próstata desde un enfoque neuronal ante la ineficacia de los medicamentos que impactan el sistema endócrino, sin efecto alguno en el neuronal.
  "La hipótesis que propongo y en la que estamos empezando a trabajar es que las patologías en la próstata son iniciadas por una degeneración en el sistema nervioso periférico (que relaciona al sistema nervioso central con órganos y miembros) y son mantenidas posteriormente por el sistema hormonal".
 
Explicó que el cáncer de próstata es una patología que se presenta en edades avanzadas, justo cuando empieza a haber una degeneración del sistema nervioso y que tiene que ver con la vejez.
 
El cáncer de próstata es un padecimiento que afecta más a hombres mayores de 65 años y es poco común entre los menores de 45 años. A nivel mundial es también el segundo más frecuente con 680 mil nuevos casos al año, aproximadamente.
  La integrante de la Academia Mexicana de Ciencias explicó que el sistema hormonal se mantiene más o menos constante pese a las variaciones de la edad: conforme el hombre envejece los niveles de testosterona (principal hormona masculina) van decayendo, pero los de prolactina (una hormona sexual peptídica) van aumentando (hiperprolactinemia), por lo que considera que ésta es la que tiene una influencia más fuerte en el cáncer de próstata que la testosterona.
  "Los resultados nos han llevado a apoyar una hipótesis en ese sentido. Pero resulta que la próstata también tiene una inervación, la cual está dada por dos nervios situados a nivel de la cadera: pélvico e hipogástrico, un dato que en el momento en que se llevaba la investigación no habíamos considerado", explicó la neuroendocrinóloga.
  Hernández Aguilar sostuvo que la idea es empezar a estudiar la relación que hay entre el sistema nervioso periférico y el control de la glándula prostática, pues es necesario establecer, primero, la fisiología de la próstata, compleja por cierto, para conocer después el origen de sus patologías.
 
La especialista comentó que esta investigación se lleva a cabo de manera inédita en México, aunque en otros países ya se trabaja con el ganglio pélvico, pero sin involucrarse en la relación que tiene con el sistema hormonal.
 
"La importancia de esta investigación es ver cuál es el efecto que tiene el sistema nervioso sobre la próstata, vincularlo con el sistema hormonal y saber cómo se mantienen estas patologías. Se sabe que la prolactina induce patologías, creemos que esta hormona es la que puede mediar el que las células epiteliales adquieran la capacidad de migrar y hacer metástasis. Lo que no sabemos es si pueden estar ayudadas por esta degeneración del sistema nervioso y es lo que estamos evaluando".
  Hernández Aguilar explicó que la próstata produce el semen prostático y lo hace de manera constante, pero durante la expresión de la conducta sexual hay mayor producción.
  "Lo que sabemos es que la actividad sexual promueve cambios en  la estructura de la próstata, ¿qué quiere decir esto?, que durante la  misma se modifican los niveles de algunas hormonas, hay un aumento de la prolactina y de testosterona, y una caída de estradiol, también hay un incremento de receptores androgénicos (sitios en la superficie de las células afines a la testosterona), es decir, un conjunto de cambios endocrinológicos que aumentan el peso de la próstata, el cual ya no cambia, ahí se mantiene, pero si se le introduce prolactina a un modelo animal (en ratas) que no ha tenido actividad sexual, esta sustancia produce aumento del peso de la próstata, lo cual no se observa cuando se tienen animales sexualmente expertos".
  De ahí que la investigadora subraya el interés de trabajar en animales sexualmente expertos en los que hay un cambio en la estructura y en la función de la próstata que fue inducido por la propia experiencia sexual; lo que no resulta igual al trabajar con una próstata que no fue sometida a ese cambio.
  María Elena Hernández, quien empezó con esta investigación en 2004, habiendo conseguido hasta el momento resultados significativos, sostuvo que por ahora no trata de buscar como primer paso curar el cáncer prostático, sino saber por qué y en qué momento va cambiando la funcionalidad de la próstata hasta derivar en una patología.
  María Elena Hernández Aguilar aseguró por otro lado, que en el organismo no ocurre nada si no está controlado por el cerebro y, lo que se refiere al sistema de inervación (sistema nervioso periférico) aún falta por ser investigado en su totalidad, pues su estudio no resulta fácil.
  Mencionó que su proyecto se desarrolla en diferentes líneas tratando de encontrar respuestas a preguntas tanto a nivel hormonal como neuronal y confía en que a mediados de este año pueda publicar los primeros datos del trabajo que realiza junto con su equipo que espera sean aceptados para seguir avanzando en sus estudios.

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