jueves, 14 de marzo de 2013

Dormir bien, proporciona un envejecimiento saludable

• Sin un sueño saludable no se obtendrá una salud integral, aseguraron académicos y estudiantes de posgrado de las facultades de Medicina y Psicología, así como del Instituto Nacional de Ciencias Médicas y de la Nutrición Salvador Zubirán
• Este descanso tiene un papel importante en la función inmunológica, en el metabolismo, la memoria, el estado de ánimo y el aprendizaje, revelaron en ocasión del Día Mundial del Sueño, que se conmemora este 15 de marzo

El envejecimiento es un fenómeno complejo, común a todos los miembros de cualquier especie, que incluye mecanismos perjudiciales que afectan la capacidad para llevar a cabo diversas funciones. Sabemos que existe variabilidad porque los organismos de la misma especie envejecen a distintos ritmos, pero con certeza, este proceso es progresivo.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), para 2050 la población mayor de 60 años en el planeta se duplicará en proporción de la global, al pasar del 11 por ciento en el 2006 a 22 por ciento. El aumento mayor será en países con menor desarrollo y tendrá un impacto en la salud pública.
En nuestro territorio, se estima que para ese año, uno de cada cuatro mexicanos será mayor de 60 años, por lo que tener una buena salud será fundamental. La forma de envejecer, la salud y la capacidad funcional en esta etapa, dependerá no sólo de la estructura genética, sino también de lo que se ha hecho, dónde y cómo se ha vivido.
Un aspecto indispensable, que no se integra frecuentemente en los programas respectivos, es el sueño. No obstante, sin uno saludable no se obtendrá una salud integral, aseguraron académicos y estudiantes de posgrado de las facultades de Medicina y Psicología, así como del Instituto Nacional de Ciencias Médicas y de la Nutrición Salvador Zubirán.
Las académicas universitarias Montserrat Reséndiz, Victoria Santiago, Alejandra Castaño, Rosa María Campos y Matilde Valencia Flores, explicaron que de acuerdo con diversos estudios en humanos y animales, el sueño tiene un papel importante en la función inmunológica, en el metabolismo, la memoria, el estado de ánimo y el aprendizaje.
Si no se obtiene uno suficiente y existe privación, el efecto inmediato será la presencia de somnolencia diurna, lo que dificultará la realización de actividades cotidianas eficientemente, debido a que no se centrará la atención de manera adecuada.
Algunos de los efectos a largo plazo de la privación del sueño, es que puede ser uno de los factores que, junto con comer en exceso o una dieta no balanceada, la falta de ejercicio y la predisposición genética, entre otros, pueden contribuir al aumento del riesgo de enfermedades metabólicas, como sobrepeso, obesidad, diabetes mellitus tipo 2, así como infecciones y enfermedades cardiovasculares, subrayaron las especialistas, con motivo del Día Mundial del Sueño, que se conmemora este 15 de marzo.
Académicas y estudiantes refirieron que este descanso cambia a lo largo de la vida, desafortunadamente muchos adultos mayores creen que una pobre calidad del mismo es parte normal del envejecimiento, pero no debe ser así. En este sector no debe descuidarse ese aspecto, pues las causas que subyacen podrían ser un factor de riesgo para otras complicaciones en la salud.
La necesidad de dormir cambia con la edad y, de la misma manera, aumentan los problemas. Los trastornos y la dificultad para hacerlo se encuentran entre los más comunes y son de los problemas del envejecimiento más pobremente tratados.
Este proceso normal se acompaña de cambios en el patrón, que pueden dar lugar a somnolencia diurna, con siestas involuntarias, dificultad para dormir, despertar muy temprano o interrupciones frecuentes. Se considera que esto se debe, en parte, a la disminución en la amplitud del ciclo circadiano del sueño y a cambios hormonales.
El núcleo supraquiasmático (NSQ) del hipotálamo es la estructura más importante y determinante del reloj biológico interno, que regula el ritmo durante un periodo de 24 horas, y responde a cambios de luz y oscuridad. Cualquier alteración puede dar como resultado fragmentación, que probablemente provoque fatiga, alteraciones cognitivas y cambios físicos.

Trastornos del sueño en el adulto mayor

Los especialistas refirieron que de los 82 diferentes trastornos del sueño de la clasificación internacional, los más comunes en los mayores son: insomnio, trastorno del dormir del ritmo circadiano (tipo de avance de la fase de sueño), trastornos respiratorios, Síndrome de Piernas Inquietas (SPI) y Trastorno del Movimiento Periódico de las Extremidades (TMPE).
El insomnio es el más frecuente en los adultos mayores; se define como la dificultad recurrente para iniciar el sueño, mantenerlo, o para obtener una calidad adecuada del mismo, lo cual ocurre a pesar de tener la oportunidad, el tiempo y condición adecuada para dormir, y da como resultado alguna forma de alteración diurna.
Puede ser transitorio con una duración de unos días o semanas, pero, por lo general, en el sector poblacional referido es crónico. La prevalencia en la población general se estima entre 10 a 20 por ciento, mientras que en aquél parece ser más alta, algunos estudios reportan un 40 por ciento.
Además, los adultos mayores con alguna enfermedad crónica y depresión tienen mayor riesgo de padecerlo. Una de las razones es que el proceso cambia con la edad. Debido a que este segmento pasa menos tiempo en la etapa más profunda, y mayor tiempo en la fase más ligera, es probable que se despierten, por ejemplo, con el ruido ambiental.
Por su parte, refirieron, el trastorno del ritmo circadiano es de los más comunes. El de periodo adelantado se caracteriza por una tendencia persistente a quedarse dormido y despertar más temprano de lo deseado, o de lo que es socialmente aceptado (por ejemplo, iniciar el sueño a las 6:00 pm, y despertar a las 3:00 am).
El tratamiento de elección para éste es la terapia de luz brillante administrada por la tarde-noche, lo que inhibe temporalmente la liberación de melatonina. Una vez que la exposición cesa, esta última se libera e inicia el sueño.

Trastornos respiratorios durante el sueño

Los adultos mayores también sufren de otros trastornos que alteran los patrones normales y la calidad de vida. Estos afectan aproximadamente al 25 por ciento. Abarcan la Apnea Obstructiva del Sueño (AOS), el Síndrome de Aumento en la Resistencia de la Vía Respiratoria Superior, y Apnea Central del Sueño (ACS).
Los pacientes con AOS tienen episodios frecuentes y repetitivos de hipoxemia, con despertares frecuentes y privación. Los síntomas clínicos más frecuentes son ronquido, apneas observadas por el compañero de cama y somnolencia diurna excesiva.
Otra causa de la interrupción es el SPI. De acuerdo con la Fundación del Síndrome de Piernas Inquietas, esta condición afecta a más de 20 por ciento de los mayores de 80 años de edad.
Puede ser causado o precipitado por drogas o medicamentos, como los inhibidores selectivos de la recaptura de serotonina, el litio, bloqueadores de los canales de calcio o retiro de sedantes u opioides.

Acciones

Es importante dormir las horas necesarias nocturnas, acostarse y levantarse de la cama a la misma hora, evitar siestas; en casos específicos se puede permitir una después de comer, con una duración no mayor de 30 minutos, y evitar ver televisión, leer, estudiar o comer en la cama.
Si se dispone a dormir, evitar beber demasiados líquidos, y limitar su consumo por la tarde, sobre todo si la frecuencia urinaria es un problema; pasar tiempo al aire libre y disfrutar de la luz solar después de las 10 de la mañana; utilizar protector solar; realizar ejercicio en la medida de sus posibilidades, pero no cerca a la hora de ir a la cama.
Asimismo, se deben considerar los posibles efectos secundarios de ciertos medicamentos, pues los estimulantes a la hora de acostarse, y los sedantes durante el día, pueden afectar de forma desfavorable.

miércoles, 13 de marzo de 2013

La despensa llena y dormir poco son la receta para ganar peso

Un pequeño estudio detectó que los adultos jóvenes tomaban más refrigerios por la noche
Imagen de noticias HealthDay

No dormir lo suficiente y tener al alcance una gran cantidad de comida hace que se coma demasiado y que se gane peso, según un pequeño estudio reciente.

"No creo que dormir más por sí mismo vaya a hacer que se pierda peso", afirmó Kenneth Wright, director de Laboratorio del Sueño y de Cronobiología en la Universidad de Colorado, Boulder, en un comunicado de prensa de la universidad. "Los problemas que hay con el hecho de ganar peso y la obesidad son mucho más complejos que eso. Pero creo que sería una ayuda".
Wright y colegas monitorizaron a 16 adultos, hombres y mujeres jóvenes, delgados y sanos, que vivieron durante alrededor de dos semanas en el hospital de la Universidad de Colorado, que dispone de una sala de sueño. Durante los tres primeros días, todos los participantes tuvieron la oportunidad de dormir nueve horas por la noche y se les servían comidas con las suficientes calorías como para mantener el peso que ya tenían.
Durante los siguientes cinco días, se dividió a los participantes en dos grupos. El sueño de las personas de un grupo se limitó a cinco horas por la noche, y las personas del otro grupo podían seguir durmiendo nueve horas. A las personas de ambos grupos se les sirvió comidas más abundantes y acceso a refrigerios saludables y no saludables a lo largo del día. Después de esos cinco días, se intercambiaron los grupos.

En promedio, los participantes que durmieron cinco horas quemaron un 5 por ciento más de energía que los que pudieron dormir nueve horas, pero consumieron un 6 por ciento más de calorías.

Los participantes que durmieron menos también tendían a comer menos durante el desayuno, pero comían abundantes refrigerios después de la cena. La cantidad total de calorías que consumieron con los refrigerios nocturnos era mayor que la que tomaban en cualquier comida, según el estudio, que será publicado en marzo en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences.
Los hallazgos se suman a la evidencia creciente de que comer demasiado por la noche puede contribuir a ganar peso, comentaron los investigadores.
Los hombres y las mujeres reaccionaron de forma diferente ante el hecho de tener tanta comida como quisieran, halló el estudio. Los hombres ganaron algo de peso aunque durmieran lo suficiente, mientras que las mujeres mantuvieron el peso. Tanto los hombres como las mujeres aumentaron de peso cuando solo pudieron dormir cinco horas.
"Si podemos incorporar el hecho de dormir de forma saludable a los programas de pérdida y de mantenimiento de peso, nuestros hallazgos sugieren que podría ser de ayuda para tener un peso más saludable", afirmó Wright.


Artículo por HealthDay, traducido por Hispanicare
FUENTE: University of Colorado, Boulder

martes, 12 de marzo de 2013

En México no hay todavía una política pública que regule la investigación bioética


*Aunque existe un consenso sobre la legislación de donación de gametos o el útero subrogado, hay disenso en temas como el acceso de población homosexual a tales técnicas  
*El investigador recibió la Medalla Gabino Barreda, el Título de Académico de la Real Academia de Medicina y Cirugía de Valladolid, España, y la Renovación como Becario Posdoctoral de la UAM 



A pesar que desde hace más de 10 años se han presentado propuestas de ley que regulen el tema de la investigación en bioética en reproducción asistida, México carece de una política pública al respecto, afirmó el doctor Jorge Alberto Álvarez Díaz, investigador becario del Departamento de Atención a la Salud de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM). 
El investigador, quien también recibió la Medalla Gabino Barreda por su aportación a la docencia en el área de Bioética, la cual le fue otorgada el pasado 21 de febrero por la Secretaría de Educación Pública del gobierno del estado de Puebla, sostuvo que todo se ha limitado al debate teórico o investigaciones de derecho comparado sobre lo legislado en otros países, cuyos temas de discusión están alejados de la realidad mexicana; esto ha contribuido a que no haya una Ley que regule este tipo de actividades en México. 
En este sentido, refirió el investigador, las contribuciones empíricas mediante la aplicación de encuestas a los profesionales involucrados en la reproducción asistida, tales como médicos, personal de enfermería, laboratoristas, químicos y biólogos, darán cuenta de los problemas más frecuentes respecto a la ética y desde su perspectiva opinar sobre los temas que deben ser legislados. 
Hasta el momento la parte exploratoria de la investigación permite ver que aunque existe un consenso sobre algunos problemas éticos que deberían estar legislados, como los temas de donación de gametos o el útero subrogado, hay disenso en otros temas como el acceso de población homosexual a tales técnicas, puntualizó el doctor en Ciencias Sociosanitarias y Humanidades Médicas en el área de Bioética. 
La Red Latinoamericana de Reproducción Asistida ha certificado a 30 Centros de Reproducción Asistida en 15 ciudades del país; también hay algunos centros que no están afiliados a esta Red, pero que tienen contacto con la Asociación Mexicana de Medicina de la Reproducción. 
No hay un registro nacional que involucre todos los procedimientos, de modo que no puede evaluarse su impacto cuantitativo. El investigador de la Unidad Xochimilco estima reportar los primeros resultados a finales de 2013. 
En septiembre pasado la UAM le otorgó al especialista en bioética la Renovación como Becario Posdoctoral para el periodo 2012-2013, hecho que le permite continuar con su investigación en bioética en reproducción asistida. 
Asimismo, la Real Academia de Medicina y Cirugía de Valladolid, España, le otorgó el Título de Académico Correspondiente por su trayectoria profesional en investigación en el campo de la Bioética.

lunes, 11 de marzo de 2013

La gripe española se propaga por el mundo

Surgida en 1918, la conocida como gripe española fue una pandemia de gripe de inusitada gravedad, causada por un brote de influenza virus A del subtipo H1N1.
A diferencia de otras epidemias de gripe –que afectan básicamente a niños y ancianos– muchas de sus víctimas fueron jóvenes y adultos saludables, así como animales, entre ellos perros y gatos.
Pero la enfermedad no nació en España: el primer caso se registró en Fort Riley (Kansas) el 11 de marzo.
Al alba, un joven soldado se presentó en la enfermería del fuerte quejándose de fiebre, dolor de garganta y dolor de cabeza.
Al mediodía, el hospital contaba con más de 100 casos, en una semana, había 500. Durante la primavera, 48 soldados murieron en aquel destacamento.
En un solo año mató entre 50 y 100 millones de personas y se estima que enfermó al 55% de la población mundial.
Hasta hoy, se considera la pandemia más devastadora de la historia humana.
Los Aliados de la Primera Guerra Mundial la llamaron gripe española porque el evento recibió una mayor atención de la prensa en España que en el resto de Europa, ya que el país no se vio involucrado en la Gran Guerra y por tanto no censuró la información sobre la enfermedad.
Fuente: varios

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